Hace poco tiempo hablábamos en este blog del puerperio y de algunos de los cuidados que debíamos llevar a cabo durante esta fase. Pues bien, hoy vamos a tratar un tema que a muchas de vosotras os va a servir de gran ayuda durante este periodo si durante vuestro parto han tenido que realizar una episiotomía.
Puede que haya alguien que se pregunte "¿Epi qué? ¿Qué es eso?" Bien, no os preocupéis. Entraremos en materia de una forma breve y concisa para aclararos qué es la episiotomía y qué cuidados requiere (que prácticamente son muy pocos).
La episiotomía es un corte que realizamos en el momento del parto en la zona del p
eriné femenino (secciona piel, músculo y mucosa) para así conseguir ampliar el canal "blando" del parto abreviar el expulsivo y apresurar la salida del feto. Es una técnica que la puede realizar la matrona o el facultativo durante el expulsivo y que siempre va a requerir una sutura posteriormente.
Respecto a la episiotomía, cabe preguntarse ¿cuándo se hace? ¿se hace siempre? La respuesta es No. La episiotomía no está indicada de forma rutinaria en los hospitales, de hecho, la Organización Mundial de la Salud sólo la aconseja en partos que entrañen dificultades (parto con fórceps, ventosa, parto de nalgas...). El profesional sanitario que esté atendiendo el parto, tendrá que valorar la indicación de realización de la técnica pero aún así, existen una serie de casos donde sí está indicada como son: sufrimiento fetal, expulsivos prolongados, desgarros de tercer y cuarto grados mal curados de partos anteriores...
Otra duda que os puede surgir es "¿me va a doler?" Si estás bajo el efecto de la epidural, ésta es suficiente. Si no la tuviste, pueden inyectar anestesia local para desensibilizar la zona antes de practicar la incisión.
Ahora sigamos con el tema del post, si han tenido que realizarte una episiotomía (ahora ya sabes lo qué es) o si han tenido que suturar porque has sufrido un desgarro, los cuidados que requiere son los siguientes:
- No es necesario retirar los puntos de sutura porque éstos se reabsorben solos.
- Espere como mínimo 6 semanas (la cuarentena) para empezar a utilizar tampones o tener relaciones sexuales.
- Durante las primeras 24 horas tras el parto, aplicar compresas frías en la zona disminuye la inflamación y calma el dolor. Si pone hielo, no olvide meter el hielo en una bolsa de plástico (para no mojar los puntos) y a su vez envolver la bolsa de hielo con unas compresas antes de aplicarlo a la piel para no producir quemaduras. Puede aplicarlo 3 veces al día, 10 minutos en cada aplicación.
- Pasadas las primeras 24 horas, los baños calientes pueden calmarle el dolor.
- Puede tomar medicamentos como el ibuprofeno para aliviar las molestias (compatible con la lactancia).
- Para el lavado, use agua y jabón neutro o el jabón que usa de forma habitual . Para secar, hágalo a toques con una toalla limpia. Nunca realice el secado arrastrando la toalla por los puntos.
- Mantener la zona limpia y seca. Como durante el puerperio, es normal tener pérdidas de restos sanguíneos (loquios), cambie frecuentemente la compresa e intente mantener la zona siempre seca.
- Las compresas deben ser de algodón para que la zona transpire mejor.
- La ropa interior que sea preferiblemente de algodón para que transpire mejor. Evitar los tangas, los tejidos de lycra y los encajes (en los que podría engancharse algún punto).
- Después de orinar o defecar, limpie siempre la zona de delante hacia atrás (de vagina hacia el recto), nunca en sentido inverso para no arrastrar bacterias del ano hacia la vagina. Tras la defecación se aconseja lavar la zona con agua y jabón y proceder a su secado como hemos explicado antes.
En general, la episiotomía es una herida quirúrgica que suele cicatrizar satisfactoriamente. Pero en ocasiones, debido a la zona delicada donde se encuentra, pueden producir molestias a la mujer, sobretodo en los primeros días tras el parto (tales como dolor a la hora de sentarse, defecar...)
Vigile siempre la herida quirúrgica y consulte a su matrona si.
- el dolor empeora
- si expulsa coágulos de sangre más grandes que una nuez
- el flujo tiene un olor desagradable
- la herida parece abrirse.
En cualquiera de estos casos, no dude en consultar a su matrona que será el especialista más preparado para ayudarle.
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